“Ya quedó claro y demostrado que el actual modelo sojero funciona sobre la base de un agrotóxico, el glifosato, responsable de causar malformaciones a recién nacidos, abortos espontáneos, cáncer y muerte. El producto comercial se llama Roundup y lo fabrica la compañía estadounidense Monsanto.
Seis meses después que la Presidenta Argentina ordenara al Ministerio de Salud iniciar una investigación oficial sobre los efectos nocivos del Round Up, Monsanto inicia una campaña de “protección” para su veneno estrella.
Esta campaña culmina con un anuncio de Monsanto explicitando una inversión de 160 millones de dólares en la localidad Malvinas, en la provincia de Córdoba.
Desde ordenar una investigación sobre un producto que causa cáncer y muerte, nuestra presidenta pasa a estar orgullosa del mismo y de la gente que lo fabrica.
“Estoy muy orgullosa”, dijo nuestra presidenta.
¿Cómo puede estar orgullosa de una empresa y un producto que solo ha demostrado provocar muerte y desolación?
“La gente de Monsanto me dijo que si se rota la tierra con determinado maíz, y luego con soja, el aumento de la productividad de la soja siguiente será de un 17 por ciento más”
¿Quién es el “referente científico” que la asesoró sobre semejante disparate?
¿Cómo interpretarán los jueces argentinos tamañas contradicciones?
¿Qué futuro le espera a la lucha de las Madres de Barrio Itazaingó Anexo cuando “nuestra” presidenta las traiciona y coquetea con el enemigo?
¿Cómo fallarán los jueces cordobeses contra un producto que llena de orgullo a la Presidenta de todos los Argentinos y que invierte,precisamente en “su” provincia, tanto dinero?
¿Cómo llevar adelante esta lucha a favor del interés social, si el enemigo está dentro de nuestra propia casa y declama oronda estar orgullosa de “eso” que nos mata, que mata a los hijos y nietos de sus hermanos argentinos?
victor krieger fabboni
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