CONTAMINACIÓN
En las aguas del río, en territorio tucumano, hay ausencia de peces y olores nauseabundos. En la desembocadura hacia el embalse, ya en Santiago del Estero, los expertos encontraron grandes manchas negras que están ingresando a Río Hondo. Coinciden en que “la situación ha empeorado”.
Control. Los especialistas monitorearon el embalse ayer y el miércoles.
Las Termas, Río Hondo (C) Luego de recorrer los ríos que alimentan el embalse Río Hondo, y el lago de la ciudad termal durante dos días, técnicos del Comité de Cuenca Salí-Dulce, descubrieron que empeora la situación del Río Salí. Durante el monitoreo también encontraron vuelcos de residuos industriales en la desembocadura del troncal, río que une los canales DP2 y DP1.
El primer control se realizó el miércoles último de 9.30 a 18, en los ríos que alimentan el lago. Durante el monitoreo, los especialistas descubrieron la preocupante situación del Salí. Precisamente en este río, principal tributario del embalse, encontraron “niveles bajísimos de vida, una coloración verdosa, olores cloacales y ausencia de peces”.
“Lamentablemente –informaron los técnicos- esa mancha negra y esos olores comenzaron a penetrar en las aguas del embalse, por esto en la desembocadura del Salí ayer también encontraron evidencia de un escenario complicado”.
Lo mismo ocurre en la desembocadura del troncal, donde hay niveles de oxígeno 1, “una situación gravísima si se considera, que por debajo del nivel 4 se complica la vida ictícola, y que debajo del nivel 2, no hay vida”, indicaron.
Además, en este lugar se encontraron “indicios de vuelcos industriales, por la presencia de una alta conductividad y de potencial salíneo”.
En tanto, los técnicos indicaron que en el centro del embalse hay un nivel de oxígeno de 12 y en el lugar se visibiliza una gran presencia de peces. Lo mismo sucede en los otros tributarios como el Medina, Marapa, Toro Mocho que, “por ahora están bien”, aclararon los especialistas.
Durante el recorrido también descubrieron que el Río Colorado “también ha mejorado, pero, como contraste, ahora los 70 tributarios vienen con carbonilla”.
El primer control se realizó el miércoles último de 9.30 a 18, en los ríos que alimentan el lago. Durante el monitoreo, los especialistas descubrieron la preocupante situación del Salí. Precisamente en este río, principal tributario del embalse, encontraron “niveles bajísimos de vida, una coloración verdosa, olores cloacales y ausencia de peces”.
“Lamentablemente –informaron los técnicos- esa mancha negra y esos olores comenzaron a penetrar en las aguas del embalse, por esto en la desembocadura del Salí ayer también encontraron evidencia de un escenario complicado”.
Lo mismo ocurre en la desembocadura del troncal, donde hay niveles de oxígeno 1, “una situación gravísima si se considera, que por debajo del nivel 4 se complica la vida ictícola, y que debajo del nivel 2, no hay vida”, indicaron.
Además, en este lugar se encontraron “indicios de vuelcos industriales, por la presencia de una alta conductividad y de potencial salíneo”.
En tanto, los técnicos indicaron que en el centro del embalse hay un nivel de oxígeno de 12 y en el lugar se visibiliza una gran presencia de peces. Lo mismo sucede en los otros tributarios como el Medina, Marapa, Toro Mocho que, “por ahora están bien”, aclararon los especialistas.
Durante el recorrido también descubrieron que el Río Colorado “también ha mejorado, pero, como contraste, ahora los 70 tributarios vienen con carbonilla”.
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