Advertencias. Hace un mes se hizo un estudio en el lugar. Piden crear un área de protección entre la ciudad y la zona de fumigación y advierten sobre la contaminación del agua para consumo. El informe dice que dentro de la zona de fumigación aérea viven familias con problemas de salud que podrían asociarse con el uso indebido de agroquímicos. EL LIBERAL/Archivo
INFORME - No descarta que la población sufra enfermedades causadas por los agroquímicos
La Comisión Nacional de Investigación sobre Agrotóxicos aconsejó –entre otras medidas- crear un cordón protector libre de agroquímicos en torno a la ciudad de Bandera, donde existen cientos de personas que aseguran haber sufrido las consecuencias del contacto cotidiano con plaguicidas.
Así lo dice un informe elaborado por la licenciada Leticia Lahitte, enviada a esta localidad del departamento Belgrano por el organismo nacional a finales de mayo pasado, cuando tuvo la oportunidad de recoger el testimonio de una docena de personas con hijos, hermanos y esposos que sufren malformaciones congénitas o enfermedades cancerígenas y respiratorias que asocian con el uso indebido de agroquímicos en los campos que están a metros de sus casas.
Esta es una de las principales razones por las que la profesional remarcó en su informe “que los cultivos en las parcelas colindantes al tejido urbano sean aquellos que no requieran de plaguicidas: sorgo, alfalfa”, además de señalar que si bien “no puede afirmarse la asociación entre agroquímicos y los problemas de salud en los casos presentados”, tampoco “puede desestimarse dicha relación”.
Este detallado informe consta de una docena de páginas que fueron remitidas a las autoridades del Ministerio de Salud de la Nación, las que –según Lahitte- deberán “recomendar” a las autoridades municipales de Bandera la aplicación de una serie de medidas que resguarden a la población ante la amenaza latente de sustancias potencialmente peligrosas para la salud.
Una de las principales razones para adoptar estas medidas es que “el municipio no dispone de estudios de evaluación de contaminación en fuentes de agua y suelo, así como tampoco el efecto que estos procesos puedan tener en la salud de las personas”.
En sus conclusiones, la especialista advirtió que “la presencia de silos en el tejido urbano constituye un problema de contaminación ambiental; la falta de un plan de regulación urbana que delimite claramente las aéreas urbanas y rurales y, por ende delimite la reubicación de talleres destinados a la reparación de los equipos de fumigación y que contemple un área de circunvalación para equipos de fumigación y otros tipo de maquinaria constituye un problema que tiene consecuencias ambientales y de salud para los habitantes de la localidad”.
Lahitte también recomienda tomar precauciones por la presencia de una pista de aterrizaje ubicada a 3 kilómetros de la ciudad, que “constituye un problema para la delimitación del espacio urbano con posibles consecuencias ambientales y de seguridad para la población”. Además se refiere a la “disposición de los envases de plaguicidas y productos agroquímicos en las proximidades del tejido urbano a través de una suerte de cesto a cielo descubierto” y que esto también “es en un problema de seguridad ambiental”.
La enviada de la Nación hace otro llamado de atención al referirse a la provisión de agua a través de un canal a cielo abierto que –tal como lo sostienen muchos pobladores- es una amenaza para la salud ya que atraviesa zonas de fumigación aérea.
NOTA ORIGINAL
No hay comentarios:
Publicar un comentario